Una de las preguntas más frecuentes que me hacen los padres en consulta es: «¿Cuándo deberían los adolescentes empezar la ortodoncia?» Y la respuesta es sencilla: cuanto antes se detecte un problema, mejor será el resultado del tratamiento.
La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo dental. Es el momento ideal para corregir la alineación de los dientes y la mordida de forma más rápida y eficaz, ya que los huesos maxilares aún están en crecimiento y permiten movimientos más predecibles.
Pero, ¿cómo saber si un adolescente necesita ortodoncia? ¿Qué ocurre si se retrasa el tratamiento? En este artículo, te explicaré todo lo que necesitas saber y cuál es mi enfoque en la clínica para conseguir resultados óptimos con el menor impacto en la vida diaria de los pacientes
¿A qué edad es recomendable la primera visita al ortodoncista?
Muchos padres piensan que la ortodoncia sólo se inicia en la adolescencia, pero lo cierto es que la primera revisión ortodóncica debería hacerse alrededor de los 6 o 7 años.
¿Por qué tan temprano? Porque, aunque los dientes de leche aún estén presentes, podemos detectar alteraciones en el crecimiento de los huesos maxilares o en la posición de los dientes que, si se tratan a tiempo, pueden evitar problemas más complejos en el futuro.
Dicho esto, en la mayoría de los casos el tratamiento de ortodoncia no empieza hasta la adolescencia, cuando ya han erupcionado todos los dientes permanentes y es más fácil realizar una planificación precisa.
Mi enfoque es siempre personalizar cada tratamiento. No todos los adolescentes necesitan ortodoncia, pero cuando es recomendable, iniciar el tratamiento en el momento adecuado marcará la diferencia en los resultados.
Signos de que un adolescente necesita ortodoncia
Algunas veces, los dientes parecen estar alineados a simple vista, pero hay problemas en la mordida que pueden afectar la salud a largo plazo. Otras veces, los signos son más evidentes.
Si notas alguno de estos problemas en tu hijo, lo mejor es hacer una evaluación. Cuanto antes lo detectemos, más sencillo será el tratamiento.
1. Dientes apiñados o torcidos
El apiñamiento es una de las razones más comunes por las que los adolescentes necesitan ortodoncia. Ocurre cuando no hay suficiente espacio en la boca para que los dientes crezcan alineados, lo que provoca que se monten unos sobre otros.
Además de afectar la estética de la sonrisa, el apiñamiento dificulta la higiene dental, ya que los espacios estrechos entre los dientes pueden impedir un correcto cepillado y el uso del hilo dental. Como consecuencia, aumenta el riesgo de caries, inflamación de las encías (gingivitis) y enfermedades periodontales.
2. Mordida abierta
Se produce cuando los dientes superiores e inferiores no llegan a tocarse al cerrar la boca, lo que genera un espacio abierto entre ellos. Este problema suele estar relacionado con hábitos en la infancia como chuparse el dedo, el uso prolongado del chupete o la deglución atípica (tragar empujando la lengua contra los dientes en lugar del paladar).
La mordida abierta puede provocar dificultades al masticar ciertos alimentos, problemas de pronunciación en algunos sonidos y mayor riesgo de desgaste dental debido a una masticación ineficiente.
3. Mordida cruzada
Ocurre cuando algunos dientes superiores quedan por detrás de los inferiores al cerrar la boca. Puede afectar a un solo diente o a un grupo de dientes y puede deberse a un crecimiento desigual de los maxilares o a la erupción incorrecta de los dientes.
La mordida cruzada no solo afecta la estética de la sonrisa, sino que también puede generar desgaste irregular de los dientes, asimetría facial y problemas en la articulación temporomandibular (ATM), causando molestias al abrir y cerrar la boca.
4. Mordida profunda
También conocida como sobremordida, se da cuando los dientes superiores cubren excesivamente los dientes inferiores al cerrar la boca. Este problema puede ser leve, moderado o severo, dependiendo de cuánto se solapen los dientes.
Una mordida profunda puede causar desgaste excesivo en los dientes frontales, problemas en las encías y lesiones en el paladar debido al contacto constante con los dientes inferiores. En casos graves, incluso puede afectar la forma en la que una persona habla o mastica.
5. Diastemas o espacios entre los dientes
Los diastemas son los espacios visibles entre dos o más dientes. En algunos casos, estos espacios pueden ser solo un rasgo estético, pero en otros pueden indicar que hay un desajuste en la mordida o que los dientes no han erupcionado correctamente.
Cuando los diastemas son grandes, pueden afectar la función masticatoria y permitir que los alimentos se acumulen en esos espacios, aumentando el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
6. Desgaste anormal de los dientes
El desgaste irregular de los dientes puede ser una señal de que la mordida no está bien alineada. Cuando los dientes no encajan correctamente, ciertas zonas soportan más presión de la debida, lo que puede provocar un desgaste prematuro del esmalte dental.
Este problema no solo afecta la estética, sino que también puede causar sensibilidad dental, dolor en la mandíbula y un mayor riesgo de fracturas dentales.
7. Dificultad para masticar o hablar correctamente
Cuando la mordida está desalineada, algunos alimentos pueden ser difíciles de masticar correctamente, lo que afecta la digestión. Además, una maloclusión severa puede interferir en la pronunciación de ciertos sonidos, generando problemas en el habla.
Si un adolescente presenta alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un ortodoncista para realizar una evaluación. Detectar el problema a tiempo permite iniciar el tratamiento en el momento más adecuado y evitar complicaciones en el futuro.
¿Por qué la adolescencia es el mejor momento para empezar la ortodoncia?
La ortodoncia puede realizarse a cualquier edad, pero la adolescencia es la etapa ideal para obtener mejores resultados en menos tiempo y con menos complicaciones. Esto no es casualidad: durante estos años, los huesos maxilares aún están en crecimiento, los dientes definitivos ya han salido y la capacidad de adaptación del paciente es mucho mayor.
Cuando iniciamos la ortodoncia en esta etapa, el tratamiento suele ser más eficiente, cómodo y predecible. Veamos por qué.
- Los huesos aún están en crecimiento: Durante la adolescencia, los huesos maxilares todavía están en desarrollo, lo que facilita la movilidad de los dientes y la corrección de problemas óseos sin necesidad de cirugías. En la edad adulta, los huesos ya están completamente formados, lo que hace que los tratamientos sean más largos y en algunos casos más complejos.
- Todos los dientes permanentes han erupcionado: Generalmente, alrededor de los 12 o 13 años la dentición permanente ya está completa, lo que permite realizar tratamientos más precisos y efectivos. Iniciar la ortodoncia en esta etapa ayuda a corregir problemas en la mordida antes de que se agraven.
- Mejor adaptación a los aparatos dentales: A nivel social, la adolescencia es una etapa en la que muchos compañeros también llevan ortodoncia, lo que reduce la preocupación estética y la resistencia al tratamiento. Además, los adolescentes suelen adaptarse más rápido a los aparatos que los adultos, quienes pueden tardar más en acostumbrarse a los brackets o alineadores.
- Resultados más rápidos y eficaces: Debido a que los huesos y tejidos aún están en desarrollo, el movimiento dental es más rápido que en la edad adulta. Esto significa que el tiempo de tratamiento suele ser menor y los resultados se obtienen con mayor facilidad.
¿Qué sucede si se retrasa el tratamiento de ortodoncia?
Aplazar la ortodoncia en la adolescencia puede traer consecuencias que van más allá de la estética. Cuanto más tiempo pase, más complejo será corregir los problemas dentales y de mordida.
- Tratamientos más largos y complicados en la edad adulta: En la adolescencia, los dientes se mueven con mayor facilidad porque los huesos aún están en desarrollo. En adultos, los dientes están más asentados y algunos casos pueden requerir cirugía ortognática.
- Desgaste dental y problemas en la mordida: Una alineación incorrecta puede hacer que ciertos dientes soporten más presión de la debida, provocando fracturas, sensibilidad e incluso dolor en la mandíbula.
- Mayor riesgo de caries y enfermedades de las encías: Los dientes apiñados dificultan la higiene, aumentando el riesgo de caries, inflamación de encías y enfermedad periodontal.
- Dificultades al masticar y problemas digestivos: Si los dientes no encajan bien, la masticación es menos eficiente, lo que puede provocar digestiones pesadas o problemas gástricos.
- Impacto en la autoestima: Una sonrisa alineada influye en la confianza personal. Muchos adolescentes con dientes desalineados tienden a ocultar su sonrisa o sentirse inseguros en su día a día.
Iniciar la ortodoncia en el momento adecuado facilita el tratamiento, reduce las complicaciones y mejora la salud bucodental a largo plazo.
¿Cuánto dura el tratamiento de ortodoncia en adolescentes?
La duración del tratamiento depende de la complejidad del caso, pero en general, suele oscilar entre 18 y 24 meses. En algunos casos más leves, puede durar solo un año, mientras que en maloclusiones más severas puede prolongarse hasta 3 años.
Además, es importante seguir las recomendaciones del ortodoncista, como usar los aparatos correctamente, acudir a las revisiones y mantener una buena higiene dental, para evitar retrasos en el tratamiento.
Tipos de ortodoncia para adolescentes
Hoy en día, existen diferentes tipos de ortodoncia que se adaptan a las necesidades, la estética y el estilo de vida de cada adolescente. La elección del tratamiento dependerá de la complejidad del caso, las preferencias del paciente y las recomendaciones del ortodoncista.
Brackets: metálicos y estéticos
Los brackets siguen siendo la opción más utilizada en ortodoncia por su eficacia y versatilidad para corregir todo tipo de maloclusiones. Dentro de esta categoría, existen dos tipos principales: brackets metálicos y estéticos.
- Brackets metálicos: Son la opción más tradicional y efectiva. Gracias a los avances en ortodoncia, los modelos actuales son más pequeños, cómodos y eficientes que los de generaciones anteriores. Aunque su principal inconveniente es la estética, muchos adolescentes optan por ligaduras de colores para personalizar su ortodoncia y hacerla más divertida.
- Brackets estéticos: Funcionan igual que los metálicos, pero están fabricados en materiales como cerámica o zafiro, lo que los hace mucho más discretos. Son ideales para adolescentes que buscan una opción menos visible sin sacrificar efectividad.
Su única diferencia con los metálicos es que pueden ser ligeramente más frágiles y, en algunos casos, un poco más costosos, pero ofrecen la misma precisión en la alineación dental.
Ortodoncia lingual
La ortodoncia lingual es una opción innovadora que permite corregir la alineación dental sin que los brackets sean visibles, ya que se colocan en la cara interna de los dientes. Es una alternativa perfecta para adolescentes que buscan la máxima discreción sin renunciar a la efectividad de un tratamiento con brackets.
Al estar ubicados en la parte posterior de los dientes, estos brackets ofrecen una gran ventaja estética, pero también requieren un período de adaptación mayor. En los primeros días, es normal que el paciente sienta molestias en la lengua, ligeras dificultades al hablar y una mayor acumulación de saliva, ya que los brackets entran en contacto directo con los tejidos blandos de la boca.
Sin embargo, con el tiempo, la lengua se acostumbra a su presencia y las molestias disminuyen. Además, existen modelos de brackets linguales de perfil ultrafino, diseñados para mejorar la comodidad y reducir la irritación.
Aunque la ortodoncia lingual puede ser ligeramente más costosa que otros tipos de brackets debido a su personalización y técnica avanzada, es una excelente opción para aquellos adolescentes que desean un tratamiento eficaz y completamente invisible desde el exterior.
Ortodoncia invisible (alineadores)
Los alineadores transparentes, como Invisalign, han ganado gran popularidad en los últimos años porque ofrecen una alternativa cómoda, removible y estética. Se fabrican a medida y se cambian cada pocas semanas para mover los dientes de manera progresiva hasta alcanzar la alineación deseada.
Son perfectos para adolescentes que practican deportes de contacto o tocan instrumentos de viento, ya que no tienen elementos metálicos que puedan causar lesiones o incomodidad. Además, permiten una higiene dental más sencilla, ya que pueden retirarse para cepillarse los dientes y comer con normalidad.
Una de las grandes ventajas de los alineadores es que ahora pueden combinarse con la tecnología Dental Monitoring, una herramienta innovadora que permite hacer un seguimiento remoto del tratamiento. A través de una app en el móvil, el paciente envía imágenes de su sonrisa para que el ortodoncista revise su evolución sin necesidad de acudir constantemente a la clínica.
Gracias a este sistema, los adolescentes pueden reducir las visitas presenciales, hacer ajustes en tiempo real y recibir indicaciones personalizadas desde cualquier lugar. Esto no solo facilita el tratamiento, sino que también ahorra tiempo y mejora la comodidad del paciente y su familia.
Cada opción tiene sus ventajas, por lo que lo más recomendable es acudir a un ortodoncista para elegir el tipo de ortodoncia que mejor se adapte a las necesidades del adolescente.
Especialista en ortodoncia para adolescentes
Cada caso es único, y determinar el mejor momento para iniciar la ortodoncia depende de la situación de cada adolescente. Sin embargo, la adolescencia suele ser la etapa ideal para conseguir una sonrisa alineada y una mordida funcional de manera más rápida y efectiva.
Si tienes dudas sobre si tu hijo necesita ortodoncia, puedo ayudarte a evaluar su caso y recomendarle la mejor opción. Mi enfoque es siempre personalizado, cercano y basado en las últimas tecnologías en ortodoncia, para que el tratamiento sea lo más cómodo y eficiente posible.